Los servomotores dependen principalmente de impulsos para su posicionamiento. Básicamente, un servomotor recibe un pulso y gira en el ángulo correspondiente a ese pulso, logrando así el desplazamiento. Debido a que el servomotor en sí tiene la función de generar pulsos, genera un número correspondiente de pulsos para cada ángulo de rotación. Esto forma un circuito de retroalimentación, o circuito cerrado, entre los pulsos enviados y recibidos por el servomotor. De esta manera, el sistema sabe cuántos pulsos envió y recibió el servomotor, lo que permite un control muy preciso de la rotación del motor y logra un posicionamiento preciso de hasta 0,001 mm.
Los servomotores de CC se refieren específicamente a los servomotores de CC con escobillas: estos motores son de bajo costo-, de estructura simple, tienen un par de arranque alto, un amplio rango de velocidades y son fáciles de controlar. Requieren mantenimiento, pero el mantenimiento es conveniente (sustitución de escobillas de carbón). Generan interferencias electromagnéticas y están sujetos a requisitos medioambientales. Por lo tanto, son adecuados para aplicaciones civiles e industriales generales-que tienen en cuenta los costos.
Los servomotores de CC también incluyen servomotores de CC sin escobillas: estos motores son de tamaño pequeño, livianos, potentes, sensibles, rápidos, de alta-velocidad, baja inercia, rotación suave y torque estable, aunque su potencia de salida es limitada. Se pueden convertir fácilmente en inteligentes y su conmutación electrónica es flexible, lo que permite la conmutación por onda cuadrada o sinusoidal. Estos motores no requieren mantenimiento-, eliminan el desgaste de las escobillas de carbón y son altamente eficientes. Funcionan a bajas temperaturas con poco ruido, mínima radiación electromagnética y tienen una larga vida útil, lo que los hace adecuados para diversos entornos.
